ARCHIDONA 1 de noviembre- En el corazón de Archidona, el Cementerio de San Antonio se ha convertido en el epicentro de las conmemoraciones del Día de Todos los Santos, una fecha señalada en el calendario que reúne a cientos de vecinos y vecinas en un acto de memoria y respeto hacia sus seres queridos fallecidos. Este 1 de noviembre, desde primera hora de la mañana, el cementerio ha sido testigo de un constante ir y venir de ciudadanos que, con flores en mano, han querido rendir homenaje a aquellos que ya no están.

El día, fresco y despejado, ha sido el escenario perfecto para que las visitas se sucedieran sin interrupción desde la apertura del cementerio a las 9:00 horas hasta su cierre a las 19:00 horas. El Cementerio de San Antonio, con su patio central de planta octogonal y su ermita del siglo XVII recientemente restaurada, no solo es un lugar de descanso eterno, sino también un espacio cargado de historia y patrimonio inmaterial, como bien reflejan los documentos del Archivo Municipal que datan su estado de servicio desde el 19 de febrero de 1814.

Este reconocimiento a la importancia cultural y patrimonial del Cementerio de San Antonio no ha pasado desapercibido a nivel nacional. En 2022, el cementerio Municipal de Archidona fue galardonado con el tercer premio del famoso Concurso de Cementerios de España, organizado por la revista “Adiós Cultural” de Funespaña, situándose así en un lugar destacado en el ámbito nacional.

Pero más allá de los premios y reconocimientos, el Día de Todos los Santos es una jornada para la reflexión y el recuerdo. Esta festividad, que tiene sus raíces en la antigüedad y cuya fecha fue establecida el 1 de noviembre por el papa Gregorio III en el siglo VIII, es una oportunidad para honrar a todos los santos, conocidos y desconocidos, canonizados o no. Es un día para recordar que la santidad no solo reside en aquellos que han sido oficialmente reconocidos por la Iglesia, sino en todos aquellos cuyas vidas han sido un ejemplo de bondad y devoción.

En Archidona, el Cementerio de San Antonio se erige como un lugar de encuentro, memoria y tradición, donde la ciudadanía se congrega para mantener viva la llama del recuerdo y rendir tributo a aquellos que, aunque ya no estén físicamente, siguen ocupando un lugar especial en el corazón de sus seres queridos.