Noche de Reyes, una noche de invierno
Dicen que el refranero jamás se equivoca y es que al decir “que nunca llueve a gusto de nadie” confirmó una vez más el porqué de su origen. Y es que las muy esperadas aguas llegaron, pero en la noche de Reyes, causando lógicamente el disgusto para los más pequeños y mayores…
El recorrido de las carrozas que conformaban la comitiva de Reyes tuvo que ser suspendida al ver que la noche se cerraba por instantes y por motivos de seguridad, se decidió anular. Pero SSMM los Reyes y todo el cortejo de pajes y músicos se dirigieron a la carpa situada en la Plaza Ochavada, donde el tronar de los tambores y sus ritmos, animaron y aliviaron las molestias de una noche donde llovía; agua y caramelos.
Pero cerramos esta breve crónica quedándonos con las miradas encendidas de los niñ@s de Archidona que saludaban a sus Majestades de Oriente, lo cual y en definitiva es lo que verdaderamente importa. Seguro que esta mañana los juguetes han hecho olvidar todas las inclemencias propias de este “extraño” invierno.